Esos bañadores reversibles que se llevaban...
Yo daba algo porque hiciera buen tiempo, no solo por ir a la playa que el veranín se acaba muy rápido, sino porque seguro que algún paisanín lleva todavía uno de estos bañadores en la bolsa de playa: entre la tartera de lata, de esas de 2 pisos con plato incorporado para comer la tortilla y la nevera roja de esos armatostes que pesaban un quintal (¡vacías!) y que tenían apariencia de la caja de herramientas que todos llevamos en el coche... ¡Qué tiempos aquellos y qué mal tiempo ahora...!Jantzen Swimwear, 1956 |
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