Bienvenida Catalina!! Ya ha nacido la niña de Iván y Marga, casi un mes antes, fuimos a verla y está tan guapa y tan piquiñina... ¡Enhorabuena papis!

Por petición popular:

RECETA DE MUSLOS DE POLLO CON PLÁTANOS Y CHOCOLATE

Dificultad: dejar el chocolate para la salsa y no comerlo antes, osea, fácil.

Tiempo: 1 horina más o menos

INGREDIENTES:

- 8 Muslos de pollo (yo puse 6)

- 2 Plátanos

- 1 Cebolla grande

- 1 Diente de Ajo

- 1 vaso de Vino Blanco

- 1 Zanahoria

- 1/2 litro de Caldo de Pollo

- Aceite de Oliva Virgen Extra

- 50 grs de Chocolate Negro (yo puse un poco menos para que no salga la salsa con un sabor muy 

  fuerte)

- Sal y Pimienta al gusto

PREPARACIÓN:

Salpimentamos los muslos de pollo y los ponemos en una olla con un chorro abundante de aceite de oliva, dejamos que se vayan haciendo. Mientras vamos pelando y picando la cebolla, la zanahoria y el ajo y lo agregaremos a la olla, cuando el pollo esté dorado por los dos lados.

Dejamos cocer todo junto durante unos pocos minutos, removiendo para que no se pegue. después vertemos el vino blanco y dejamos que evapore el alcohol a fuego vivo, dejándolo cocer unos 10 minutos. Pasado este tiempo añadimos el caldo de pollo (yo lo compro ya hecho) y dejamos que se haga a fuego lento unos 30 minutos aproximadamente.

Cuando el pollo esté hecho, añadimos el chocolate en trocinos y dejamos cocer 10 minutos más para que se deshaga bien y vamos removiendo.

Por último, pelamos los plátanos, los partimos en cuatro trozos o como se quiera siempre que luego queden guapos en el plato. Engrasamos una sartén con un poco de mantequilla y la ponemos al fuego y freímos los trozos de plátano por ambos lados hasta que estén ligeramente dorados.

Para presentar el plato hay varias opciones pues se pueden colocar el pollo y los plátanos tal cual o se puede triturar la salsa de chocolate con la batidora y echarla por encima del pollo. Yo la dejé tal cual pero la salsa está muy buena con cualquiera de las 2 opciones.

Esto ya de cosecha propia, yo puse unas patatas panadera de guarnición que preparé del siguiente modo: se cortan 2 o 3 patatas en láminas muy finas (panadera, vamos!) y se colocan en una fuente de horno en la que habremos puesto un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, encima se colocan las patatas y por encima les hecho sal, pimienta y alguna especie; a mi me gustan mucho con romero, sobre todo si es fresco, quedan muy ricas y vuelvo a echarles otro poco de aceite. Luego se meten al horno 180º durante 45 minutos más o menos y ya están.



Fomentamos el Halloween y luego pasan estas cosas. Yo también pensaría lo mismo.

Una ciudad para andársela (... y comérsela): (Parte Five)

Me despierto sobresaltada porque sueño que una gran montaña de macarons viene rodando cuesta abajo hacia mi cama; sé que son para comerlos en España pero no me aguanto y ya los tomo para desayunar...Mmmmmmmmmmm!!!No sé qué decir, bueno sí ¿por qué no tienen tienda on line?

Para despedirnos de esta gran ciudad, empleamos el tiempo que tenemos hasta la comida en visitar la Plaza Des Vosges, el barrio Latino, empezando por la calle Mouffetard y retrocediendo después hasta la Universidad de la Sorbona; después llegamos al bulevar de St. Michel donde nos compramos un par de discos usados en la tienda Boulinier y regalos varios en la papelería Gibert Jeune.

Vista exterior de nuestro apartamento, en el 1º piso

Plaza Des Vosges

La Sorbona

Por último, cruzamos de nuevo el Sena para volver a la Bastilla y comer en los múltiples restaurantes que rodean la rue de la Roquette.

La calle de nuestro apartamento, con la Bastilla de fondo



Me mola la tela que cubre el andamio..

Finalmente, recogemos las maletas y tomamos el metro hacia Porte Maillot, donde nos espera el autobús que nos llevará hasta el aeropuerto de Beauvais.

Siempre decimos lo mismo pero... ¡Tenemos que volver!

Una ciudad para andársela (...y comérsela): (Parte Four)

Salimos del apartamento dispuestos a disfrutar nuestro último día completo en París y lo primero nos dirigimos hasta el mercado de Alligre, de nuevo viandas y alimentos frescos, pero esta vez también tienen un rastro con objetos de segunda mano. Tras echar un vistazo y comprar alguna cosina, cogemos el metro y nos acercamos hasta el museo d´Orsay. Dentro no se podían sacar fotos, así que solo puedo decir me gustó mucho, mucho más que el Louvre, donde va a parar...

Salimos caminando por el Bulevar de St. Germain hasta los jardines de Luxemburgo; vamos viendo a nuestro paso todas las tiendas de lujo y de diseño, esas tiendas que le refrescan a uno la memoria de por qué es necesario que nos toque la lotería de Navidad proximamente...

Escaparate de una tienda de paraguas de lujo, el de la foto con visón!

Jardines de Luxemburgo

Después del paseo comemos junto al Panteón, por fin probamos los crepes salados y de postre crepes dulces, muy ricos, sí señor!

Lástima de no tener la tarjeta Velib!! (se compra en la oficina de turismo), no podemos ir en bici hasta la torre Eiffel, por lo que cojemos el metro.
Al llegar encontramos una enorme cola para comprar los tickets y subir en ascensor, y hay muy poca gente en la cola de los tickets para subir por las escaleras, así que nos armamos de valor y hacemos valer las visitas al gimnasio, y subimos los 670 escalones que hay hasta el segundo piso, y de ahí para arriba cojemos el ascensor como el resto de los mortales. Tengo que decir que subiendo, nos adelantó una chica embarazada, así que la proeza no es de las que hacen historia... 
Las vistas desde la cúpula no se pueden describir con palabras, solo son equiparables a las del Empire State Building.

A la izquierda la cola del ascensor, a la derecha la NUESTRA

Al bajar nos fotografiamos en el Campo de Marte con la torre de fondo; sí nosotros también nos hicimos las típicas fotografías chorra pero es que nos reimos tanto y quedan tan bien...

Continuamos ruta hacia los Campos Eliseos a comprar unos Macarons en Ladurée, nos vamos mañana y queremos llevarlos pero solo se conservan en buen estado durante 4 días en la nevera.

Agotados pero con esa sensación del ahora o nunca, nos dirigimos al museo Georges Pompidou, que siempre merece una visita, y volvemos hacia la Bastilla atravesando el bonito y animado barrio de Pletzl.

Una ciudad para andársela (... y comérsela): (Parte Three)

Salimos de nuestro barrio caminando en dirección a la Promenade Plantée, un paso de ferrocarril elevado que han reconvertido en un jardín, y por el camino encontramos tiendas de barrio (tintorerías, librerías, pastelerías…), en Paris no todo son tiendas de moda.

Plaza de la Bastilla

Canal St. Martin

Después nos dirigimos hacía el Canal St. Martín que nos decepciona bastante, no sé nos esperábamos algo más; aun así caminamos por él hacia la estación de metro de Jaurés y con la línea 2 nos vamos hasta el precioso de barrio de Montmatre, allí sacamos la típica foto con el Moulin Rouge de fondo y, en seguida, nos llega la hora de comer por lo que no encontramos mejor sitio que el Café Des 2 Moulins, donde se rodó la película Amelie. Me encantó todos los detalles que hacen referencia a la película; la mayoría de los clientes estábamos más a hacer fotografías al local que a la comida que no estuvo nada mal. Comimos un magnifico menú, económico, por cierto,  en el que había crema de zanahorias, ensalada griega, filete y patatas asadas con mantequilla, costillas asadas con salsa de tomate...

Después, subimos la colina hacia la plaza central del barrio de los pintores y visitamos la basílica del Sacre Coeur, fotografiando París desde su mirador.

Tras un café en uno de los muchos Cafés con sabor a arte y literatura que pueblan el barrio, continuamos viaje en metro hasta Haussman y visitamos las galerías Lafayette, y la tienda Uniqlo, que nos encanta, queremos una en España ya!!!

 De nuevo nos anochece paseando por los grandes bulevares de París, Scribe, Italiens, Capulines y Madeleine… y de vuelta a la Bastilla en metro, damos un paseo y cenamos por los animados y repletos cafés y restaurantes que nos encontramos en ruta hacia el apartamento. La french people se echa a la calle y los asturianos también!!